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Red Plural de mujeres- Tinta Violeta

Evelyn Carcaño Jiménez*

Diciembre se caracteriza por el ambiente festivo, por la energía de alegría que se siente en cada momento y en cada lugar, muchas veces se relaciona con descanso, tranquilidad, disfrute, y hasta con cariño y amor.

Con todo esto, muchas veces dejamos de lado las diferentes realidades que viven otras personas, para quienes no siempre significa todo esto diciembre, o que no pueden vivir las fechas con la tranquilidad y alegría que se nos ha estipulado  por la mercadotecnia, la religión y la sociedad; pues aunque sea una época que muchas personas disfrutan, también existen personas que simplemente no les gusta, que pueden tener recuerdos negativos de estas festividades, que no se sienten cómodas con lo que se nos exige vivir, y además es importante mencionar que hay muchas personas que no pueden darse los lujos o gustos que se supone hacen una navidad, y un fin de año especiales, por las condiciones de vida que tienen; y no solamente me refiero a la parte económica, sino a la parte interaccional con su familia, pareja, etc. Pues muchas personas viven en un contexto de vulnerabilidad, y de violencia y esto no tiene vacaciones, ni días feriados; por ello es de suma importancia nombrarlo y saber que nuestra realidad puede ser muy diferente a la de otras mujeres.

Si bien las mujeres convivimos de manera casi cotidiana e inevitable con los violentadores de otras mujeres, incluso a veces sin saberlo, es en estas fechas cuando más propensas estamos a tener que compartir, tiempo, alimentos, espacios, y momentos con los violentadores que sabemos son victimarios de alguien de la familia, o incluso e nuestro.

Y como siempre lo hacemos debemos de aguantar, de callar y de hacer como si no pasara nada, para no vernos exageradas, para no causar problemas, para no arruinar las fiestas, para no incomodar, y todo a costa de nuestro bienestar, de nuestra tranquilidad y comodidad.

Pero ¿qué pasa si decidimos romper el silencio?  Seguramente nos juzgarán por no dejar que la familia disfrute, y nos culparán de arruinar la fiesta, como si a nosotras no se nos arruinara la vida con la violencia que se ejerce o con el hecho de tener que compartir un mismo espacio con nuestro violentador. Pero algo es seguro cuando decidamos expresar por fin lo que hemos o estamos viviendo, a nadie le será agradable si tienen una perspectiva, creencias y vida inundada de machismo y misoginia, porque además no hay un día ideal para poder denunciar al violento o romper el ciclo y tirar las apariencias de que todo está bien.  Entonces simplemente hazlo cuando te sientas preparada, tal vez no al 100% pero cuando tu cuerpo, tu mente, tu alma digan ¡basta! Cuando te sientas harta, rota, dolida, lastimada, cuando creas que no puedes soportar más, cuando decidas hacerlo, simplemente hazlo, no importa lo que esté pasando alrededor, no importa lo que se celebre, no importa quien esté en ese momento, tu prioridad eres tú y si eso incomoda, que incomode, siempre habrá alguien que esté para ti, que te escuche, que te crea e incluso que te apoye e impulse para que hagas lo que necesites hacer con tal de salir de ahí.

Y esto me lleva a otro lugar en la ecuación, pues como lo dije anteriormente, solemos compartir momentos y espacios con los agresores de otras mujeres y podemos encontrarnos en una situación complicada por eso, por no saber qué hacer y cómo hacerlo, por no saber qué postura tomar, por no saber de qué manera apoyar a la víctima o por el miedo a no causar un escándalo o quedar como la loca o la feminazi que pone otras cosas antes que la unión y la paz familiar o que el festejo; porque tal vez el violentador es un tío, primo, hermano, abuelo, sobrino, padre, cuñado o alguien que tenga cercanía a tu familia y a tu vida y esto nos coloca en una posición difícil, porque nos dirán que evitemos problemas, que no te metas, que respetes a tal persona, que no procedas a ámbitos legales porque es tu familiar, que pienses en la demás familia, que no afectes al victimario, pero en estas palabras parece que no existiera para nada la víctima, que nadie piensa en ella, que nadie se preocupa de todo lo que ella ha sido afectada; por eso te digo actúa de manera correcta para ti, actúa desde lo que te mueve a hacerlo, desde lo que sabes está bien, desde lo que harías por cualquier víctima y en contra de cualquier agresor, si no fuera parte de tu círculo cercano, toma una postura y defiéndela, vívela, mantenla; porque esto le puede cambiar totalmente la vida a la víctima, porque esto puede ser determinante en sus decisiones y en su futuro, porque solamente nos tenemos a nosotras para salir de ahí, porque nosotras no pertenecemos al pacto patriarcal implícito que tienen los hombres, porque la sororidad puede salvar vidas y porque seguramente de todos modos te ven como la loca feminazi de la familia…apoya, impulsa, respalda, contén, estamos juntas en esto.


*Licenciada en Psicología por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, feminista, e intérprete de Cabaret. Es miembro y fundadora desde el 2018 del Colectivo de Cabaret Hijas de la Nogada.