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Red Plural de mujeres- Tinta Violeta

Psic. Evelyn Carcaño Jimenez

Desde que escuchamos la palabra aborto, sabemos que alrededor están comentarios llenos de creencias y percepciones individuales, que polarizan muchas veces el tema, convirtiéndolo en lo que llamamos un tema polémico, aunque si realmente lo analizamos, no tendría ni siquiera porque nombrarse así, pues ha existido desde siempre, pero la diferencia es que se mantenía en secreto, en silencio y como algo inexistente, lo que llevaba a que fuera en condiciones realmente deplorables, insalubres y riesgosas para las mujeres que decidían interrumpir su embarazo.

Por eso quiero que podamos poner la visión en lo que como sociedad hemos querido ignorar, en todas las mujeres que han abortado a lo largo de la historia de la humanidad, pues más allá de decidir interrumpir un embarazo, son muchas las decisiones que requirieron tomar antes de esa decisión; y los factores que se interrelacionan, los cuales pueden ir desde la necesidad de salud, carencia económica, la no existencia de una red de apoyo, la exigencia de la familia o la pareja, la falta de preparación material, emocional, mental para asumir la responsabilidad de maternar, y un gran etcétera, que puede extenderse a cuantos casos de mujeres interrumpiendo su embarazo podamos pensar, pues aunque las mencionadas anteriormente son las que mayoritariamente se observan, cada mujer tiene una razón en específico, y todas y cada una son válidas, pues no sabemos el contexto, la realidad y las creencias que conforman la vida de cada persona.

Es por ello que no se puede continuar sin nombrar y observar el aborto y la necesidad que se tiene de que se atienda como un asunto de salud pública, porque el debate no es aborto o no, el debate es en qué condiciones las mujeres van a abortar y las consecuencias que esto va a traer a cada una de nosotras, de igual manera nuestra sociedad vive transformaciones constantes y se va acordando de manera consciente e inconsciente lo que será priorizado y es por ello que la atención en el tema de aborto se ha ido a la interpretación moral de cada individuo que forma parte de la sociedad y de las autoridades, restando objetividad posicionándose con una postura de superioridad para poder juzgar, determinar y decidir en qué situaciones podría ser válido, o bien visto, disfrazado con el término “necesario” y prácticamente esto es en caso de violación, lo que pudiéramos interpretar  como una aparente reparación del daño, lo que sabemos es totalmente imposible, pero en cierto modo es lo que se quiere dar a entender, así como la apropiación de los cuerpos de las mujeres, como algo social y público, así la maternidad como una decisión en colectivo y no individual.

En este sentido quiero que quede en claro que la decisión de abortar o maternar es totalmente individual, pero lo que requiere y urge sea de manera colectiva es la legalización del aborto, pues como lo mencioné anteriormente es un tema de salud pública y es obligación del estado el cubrirlo; y aunque no debería mencionarlo, lo clarifico: el que se legalice y se brinde como una oportunidad de fácil acceso para todas las mujeres, no quiere decir que todas las mujeres deban abortar, pues eso como lo acabo de mencionar es solamente una decisión individual.

La equidad y la construcción de la misma en las oportunidades es lo que constantemente se tiene presente en medios de comunicación, en grupos sociales y en nuestro gobierno, y debemos saber que el aborto legal, seguro y gratuito forma parte también de esta construcción.

Así como la empatía y la sororidad se ven presentes en el ámbito privado/personal al impulsar y exigir se legalice el aborto, pues aunque tú como mujer nunca quieras abortar, ser consciente de que no todas las mujeres tendrán la oportunidad, acompañamiento, salud, estilo de vida, o pensamientos y creencias que tú, es vital.

Precisamente por la carencia de oportunidades y equidad que pedimos: ¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto seguro, legal y gratuito para no morir!

La invitación  a la sociedad es a ampliar los paradigmas que están alrededor del tema y permitir que la libertad sea la que impulse a una mejor salud pública y a su vez una condición más óptima de las mujeres en la sociedad, de manera integral y a las autoridades la exigencia de accionar realmente con coherencia buscando el bienestar.