Felipe Velázquez Gutiérrez al anunciar que buscará la dirigencia estatal del PAN retomó el test del Pato: si camina como pato, nada como pato, tiene cola de pato y grazna como pato… ¡es un Pato!
Porque pese a rechazar que su candidatura esté atada a los intereses de Lalo Rivera.
Que su aspiración es auténtica.
Y real.
Que su militancia de 40 años en el albiazul.
Que buscará sumar a las y los aspirantes.
Que la deuda de Augusta Díaz de Rivera al frente del CDE Estatal de Acción Nacional no es deuda, pero si es deuda.
Que el “hoyo financiero” de los ex alcaldes Eduardo Rivera-Adán Domínguez, no es hoyo, pero si es un hoyo.
Para finalmente aceptar que “Felipe es aliado de Lalo”.
Vaya galimatías.
¿Entonces?
Porque en la estrategia lalista dos de sus principales “gallos” cayeron.
Primero Marcos Castro Martínez, secretario general del Comité Estatal en la actual presidencia de Augusta Díaz de Rivera, fue exhibido en un video donde acosa a una secretaria en una oficina.
Incluso entre el personal circula la versión que sostenía –presuntamente- relaciones sexuales.
A su relevo entró el Presidente Municipal sustituto Adán Domínguez, quien en un primer tiempo solicitó al Congreso autorización para pedir un préstamo.
Pero después que no hizo tal solicitud.
Que su Tesorero se equivocó.
Pero al destapar el nuevo edil, José Chedraui Budib, el “hoyo financiero” de más de 700 millones de pesos, la imagen de don Adán empezó a la baja.
Entonces entró la tercera ficha de Rivera Pérez.
Ayer en rueda de prensa, Felipe Velázquez hizo el anuncio que “va por la candidatura” de Acción Nacional.
Que ha ganado cuatro candidaturas por la vía del voto.
Que aceptará el método de nominación por el Consejo Político o bien si es elección abierta a la militancia.
Que por los dos sistemas… competirá.
Y que “Lalo es su amigo”.
Lo anterior lleva a la interrogante:
Felipe Velázquez… ¿candidato espurio de Eduardo Rivera?
Casualmente no tocó ni con el “pétalo de una rosa” a Augusta, tampoco a Adán, mucho menos a Lalo.
Para él estuvo bien –requetebién- la reunión fast-track del Comité Municipal de Puebla, donde se votó que sea el Consejo del PAN el que designe al nuevo@ dirigente estatal del albiazul.
Que ya platicó con Mundo Tlatehui, Mario Riestra, Genoveva Huerta.
Y, obviamente, con Adán Domínguez y Marcos Castro.
Que solo falta reunirse con Mónica Rodríguez Della Vecchia.
Y un largo etc, etec, etc.
Sin olvidar que minimizó la Carta que envió Tlatehui Percino al Comité Ejecutivo Nacional del PAN para que atraiga elección del nuevo comité estatal.
No sin antes lanzar la piedra y esconder la mano al afirmar que “hay intereses externos que buscan apoderarse del PAN”, pero no puede decir nombres.
Y que el PAN “es un bocado apetitoso donde muchos buscan colonizarlo”.
¿Habrá querido decir que Eduardo Rivera va por colonizar al PAN?
O quedarse con el test del Pato: camina como pato, tiene cola de pato, nada como pato, grazna como pato… es un Pato.
Al tiempo.