Adrián Salazar
Sin duda, para muchos ha sido verdaderamente decepcionante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Prometió un gobierno en que se atendería primero a los pobres, pero lejos de eso, vemos que los pobres ahora son más y más pobres, mientras que los ricos lograron engordar sus bolsillos sustancialmente al amparo de un gobierno de supuesta “izquierda”.
En la recta final de esta administración federal, en manos de Morena, vemos cómo deja a su paso un país en ruinas: la ola de violencia y criminalidad ha hecho de la suyas a lo largo y ancho del país por la política gubernamental de “abrazos, no balazos”; el número de personas desaparecidas se ha incrementado al igual que los homicidios dolosos.
La inflación, los bajos salarios, la falta de medicinas (tanto por el fallido INSABI como por la supuesta “súper farmacia con medicamentos de todo el mundo”, la desaparición de guarderías y estancias infantiles, escuelas de tiempo completo, así como la falta de apoyo a la educación, el indiscriminado uso del erario en obras faraónicas que han incrementado sus costos así como el programa de transferencia monetaria, han sido el sello del gobierno de Morena y el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Ahora, de cara al nuevo proceso electoral a realizarse el próximo 2 de junio, este partido político, al igual que todos, buscará perpetuarse en el poder a través de la candidata a la presidencia de la república, Claudia Sheinbaum Pardo, sin embargo, lo realmente peligroso en este personaje es que sus propuestas son, prácticamente, seguir la misma línea política de AMLO, que ya hemos comprobado, por la vía del hecho, cuáles son sus consecuencias para el pueblo mexicano.
Las propuestas de Claudia Sheinbaum
En estos primeros días de la campaña, hemos escuchado a Sheinbaum enumerar compromisos como separar el poder político del poder económico, someterse a proceso de revocación de mandato, gobernar con austeridad republicana, no más condonación de impuestos a grandes contribuyentes, no van a regresar los gasolinazos y no más deuda, además de retomar la pensión para adultos mayores, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro y las Escuelas de Educación Pública Superior “Benito Juárez”. Una copia fiel de su guía moral y político.
¿Qué es lo diferente, lo nuevo que ofrece Morena al pueblo mexicano? ¿Existe una propuesta sería para resolver de raíz los males que laceran la vida del pueblo trabajador? No, de eso nada. Como vemos, a todos lo niveles, los representantes de Morena siguen siendo los mismos arribistas que sólo buscan el cargo para seguir viviendo de él a costa de los electores, es decir, Morena sigue siendo un partido sin ideología política bien definida, sin un verdadero plan de acción para cambiar las condiciones materiales de más de 90 millones de mexicanos en pobreza y sin una base social capaz de trasladar el discurso a la acción.
Más de lo mismo
Cada vez son menos las opciones que le quedan al pueblo mexicano para elegir a sus gobernantes, pues los partidos políticos se van desintegrando ante la falta de un proyecto sólido y viable capaz de aglutinar a las masas o su representación es meramente ficticia y no pasa del membrete, obligándose a no ser más que partidos satélites. Al final de cuentas, ninguno representa los intereses de la clase trabajadora. Esa es la realidad.
Hoy, Morena, con todas las condiciones que el sistema político, económico y legal le permiten, busca mantenerse en la silla presidencial, pero ya vimos que, como dice el dicho popular, se trata de la misma gata, pero revolcada y, en este caso, ni siquiera revolcada esta. Sheinbaum es más de lo mismo y eso, el pueblo de México lo debe tener muy claro si es que ya aprendió la lección.