Movimiento Antorchista- Antorcha DiceFotografía: Especial.

Bartolomé Tadeo Arellano fue el líder de Huitzilan asesinado a manos de los pistoleros de la Unión Campesina Independiente (UCI). Fue el primer presidente de la cooperativa que formó un grupo de huitziltecos valientes, que hartos del clima de violencia, asesinatos y atraso, buscaron cambiar el destino de su pueblo.

Será el próximo 23 de marzo cuando los huitziltecos celebren el 41 aniversario de la llegada del Movimiento Antorchista al municipio serrano y, sobre el festejo, Martín Tadeo Berriozábal, hijo de don Bartolomé Tadeo, se congratuló por lo que representa para la lucha que encabezó su padre. 

Al respecto, mencionó que, a partir de 1984 hasta la actualidad, en Huitzilan se ha observado progreso, desarrollo y paz, porque el Movimiento Antorchista ha trabajado para que los huitziltecos tengan mejores condiciones de vida.

Don Bartolomé Tadeo Arellano fue uno de los primeros en organizarse con otras personas para buscar ayuda y terminar con aquella época oscura que vivían. Fue asesinado por la UCI.

“Cuando empezó, cuando llegaron aquí los de la UCI, comenzaron a llegar poco a poco; primero vigilaban, fueron a ver el terreno ahí de Talcuaco, que tenía Juan Aco. Poco a poco llegaron más armados, se empezaron a pelear, mataban a gente, jóvenes, mujeres, iban parejo; se empezaron a pelear por ese terreno de Talcuaco, los ricos no querían dejarlo”, recordó.

Huitzilan del pasado y del presente

En entrevista, hizo la comparación del Huitzilan del pasado y el del presente: “antes no había nada, no había apoyos, no había con qué nuestros papás nos ayudaran para estudiar; antes no había carreteras, se usaba puro candil, no había luz; no había casas y las que estaban eran de cartón. Trabajamos en el campo, a mí, mi papá me llevaba a cosechar café al campo, pero en ese tiempo ya no cosechamos nosotros, lo hacían los de la UCI”. 

A sus 61 años, no olvida aquella época: “cuando mi papá abrió la cooperativa, empezó a vender y a traer mercancías. Pero así ya no vendían los ricos y eso no les gustó, por eso se enojaron y después mataron a mi papá. Nosotros estudiábamos aquí, en la primaria, pero cuando asesinaron a mi padre nos fuimos, porque también nos iban a matar a nosotros. A mi papá lo mataron un 19 de marzo, él iba camino a Zacapoaxtla para pedir más mercancía, pero ya no llegó. Nos sentimos tristes, porque él tenía en mente que se hicieran obras, que tuviéramos escuelas como preparatoria y secundaria, clínicas”. 

Huitzilan ha visto cambios significativos

A lo largo de los años, Huitzilan ha visto cambios significativos y beneficios no sólo para quienes vivieron la época de terror, sino para las nuevas generaciones. De ahí que destacó la importancia de leer el libro “Huitzilan de Serdán, la derrota de los caciques”, del periodista Alejandro Envila Fisher. 

“Ahora quieren entrar y pelear otros partidos, pero no hay que dejarse, porque no trabajan en serio; ellos solo buscan problemas, si entran no van a trabajar, antes no vinieron a luchar, no vinieron a ayudar; si deveras quieren trabajar, ¿por qué no vinieron cuando estaban los problemas? Yo ví y viví esa época, cuando mataban a la gente, a los señores, a las señoras, no importaba si iban a trabajar, los mataban. A nosotros nos llevaron por el cafetal, mi mamá nos sacó, nos quedamos en un cafetal que se llama Tozapan, de aquí salimos, nos quedamos en Zacapoaxtla como dos meses. Por eso es importante que lean el libro de Huitzilan, para que sepan bien lo que pasó, porque, si no, otra vez se va repetir lo mismo”. 

Finalmente, invitó a toda la población a festejar 41 años de lucha organizada, de trabajo de la mano del Movimiento Antorchista. “Me siento contento ahorita que vamos a celebrar 41 años de la llegada de Antorcha, ojalá se siga haciendo cada año y trabajando así”, resaltó.