Al interior de Ciudad Universitaria de la BUAP se encuentra el Centro de Atención Emocional y Terapia Ocupacional(CAETO), en donde los perritos rescatados brindan apoyo a los estudiantes que más lo necesitan.
Y es que ser estudiante conlleva una serie de retos, entre ellos, los emocionales y psicológicos generados durante el crecimiento y las dificultades de los estudios.
Hay quienes sufren de ansiedad, depresión y otros trastornos que requieren de apoyo de diferentes tipos y en la BUAP cuentan con un espacio único para ello.
Este lugar se ubica junto al Hospital de Pequeñas Especies de Ciudad Universitaria y puedes ingresar por el Acceso 3 a un costado de la Biblioteca Central.
CAETO, un espacio para los estudiantes
Alcance Diario platicó con Moisés Álvarez Peral, coordinador de CAETO, quien señaló que este es un espacio en donde los estudiantes pueden relajarse, olvidarse de que reprobaron un examen, o dejar atrás por un breve espacio la depresión, ansiedad, el estrés y cualquier problema que pudieran tener.




Moisés relató que este proyecto es muy exitoso y novedoso durante el año y un mes que lleva en pie, ofreciendo el servicio a estudiantes con matrícula vigente de manera gratuita.
En este sentido, explicó que los alumnos acceden al lugar de manera sencilla con un código QR que los lleva a un formulario de datos personales como matrícula y facultad en la que estudian.
Así pueden recibir apoyo de los perritos terapeutas
Con este programa, los jóvenes de la BUAP pueden trabajar con los 21 perros que hay a disposición en cuatro temas:
- El físico, con actividades que les generan desgaste de su energía al moverse con diversos ejercicios de activación.
- La actividad cognitiva, con algunos talleres de entrenamiento, ejercicios básicos de condicionamiento como enseñar a los lomitos a echarse, sentarse, brincar obstáculos y más.
- Otro aspecto es el relacional, pues el alumnado se organiza en para hacer competencias, convivios y actividades, lo que les ayuda a expresar más sus emociones y pueden relacionarse para mejorar el trabajo en equipo.
- Finalmente, el aspecto emocional: Cuando un alumno o alumna se siente triste o tienen alguna necesidad de recibir o dar cariño, acuden a CAETO con terapeutas caninos especialistas. Aquí trabajan desde actividades físicas, como correr o caminar dentro de Ciudad Universitaria, o simplemente abrazar a un lomito hasta quedarse dormido.
Moisés Álvarez, detalló que diariamente los perritos llegan a tener entre 20 y 30 actividades, aunque llegaron a tener 114 en un solo día, y en el año que CAETO tiene de existencia se han realizado cerca de 12 mil actividades asistidas por terapeutas caninos.
Una segunda oportunidad para los perritos en el CAETO
El encargado de CAETO explicó que la mayoría de los perros que brindan este apoyo son rescatados de la calle, teniendo así una segunda oportunidad de vida.
“Esto es muy difícil porque al estar en situación de calle, en el abandono, normalmente vivieron maltrato, entonces tenemos que buscar que no tengan agresión con los estudiantes porque puede haber accidentes”.
A pesar de lo anterior, aseguró que, después de 12 mil actividades, no se ha registrado algún accidente con el alumnado.
“Deben ser muy sociables, tenemos que vacunarlos y desparasitarlos cada tres meses, debemos de cuidar su salud y respetar sus derechos como animales, procurando siempre una tenencia responsable y un bienestar animal”.
Horarios de atención a estudiantes en el CAETO
CAETO cuenta con un horario corrido de lunes a viernes desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde y es cuando los estudiantes tienen horas libres o cuando sienten la necesidad de buscar un refugio emocional que asisten al lugar.
La convivencia individual con un terapeuta canino es de 30 minutos, cuando un grupo acude, tienen un tiempo de 45 minutos para convivir.
“Visítenos, este centro se creó para ustedes, para nuestros estudiantes, pueden venir cuando lo necesiten. Vengan, la van a pasar muy bien y hay muchas actividades por hacer”.
Milo ayudó a Natali a manejar su ansiedad
Natali es una estudiante de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Facultad de Ingeniería Química que sufre de ansiedad.
Gracias al apoyo de Milo, Natali ha podido manejar de una forma más positiva su ansiedad debido al cariño que recibe del lomito.
“Milo me ha ayudado a calmar mi ansiedad. Es un perrito muy cariñoso, me ha apoyado y mi experiencia ha sido maravillosa con él. Me siento mucho más tranquila cuando estoy con él y ya no tiemblo o tengo tanto miedo”, dijo.



Natali señaló que lo que más le gusta es que Milo es muy tranquilo y siempre está dispuesto a un abrazo y darle la patita.
“CAETO es un lugar de apoyo donde podemos venir cuando tenemos exámenes, o fuimos a clase y tuvimos miedo a participar o sentimos que hicimos algo mal, podemos venir a liberarnos de esas cargas negativas”.